Asesoramiento de Viajes y Gastronomía
🛏Después de mirar infinidad de hoteles nos decidimos por este y fue una muy acertada decisión porque, además de ser precioso, está situado donde necesitábamos para movernos desde ahí. Está ubicado en un castillo del S.XII a las afueras de un pueblo, en mitad del campo, rodeados de viñedos y olivos con unas vistas de quitar el hipo. El dueño, un auténtico italiano, se marchó de Puglia (allí nació) a Venezuela y a su regreso compró este fabuloso castillo e hizo las obras para adecuarlo. Tiene sólo 6 habitaciones y las zonas comunes que son inmensos salones; también en la Entreplanta tiene grandes salones para eventos. En la planta sótano aún conserva las cocinas originales y también utiliza esta planta como bodega. Las habitaciones y todo el interiorismo del castillo en general es muy pobre muy minimalista, pero las habitaciones resultan muy cómodas y la cama es maravillosa de 2x2 y colchón duro. En nuestra habitación ("Silentium") es un poco incómodo el tener el lavabo fuera del baño y que no había ni una percha en el baño donde colgar nada (se me olvidó decírselo porque es algo a mejorar). Vamos con el desayuno que es también bastante escueto: no ofrece nada casero y se echa de menos un bizcocho, o tarta elaborado diariamente, o las mermeladas, o la miel. Pero lo bueno es que tú puedes comprar un pan rico (en italia no hay pan rico por cierto!) porque es sin sal, y te lo preparas en tostadas o, puedes decirle a Vicenzo lo que quieres y, si no es nada extraño, él se ocupa de tenerlo al día siguiente. A nosotros nos preparaban el zumo de naranja recién exprimido porque sino los que hay son de bote. Igualmente puedes pedir huevos o las típicas cosas que siempre hay en los desayunos buffet. No tiene piscina y tampoco tiene ascensor, lo cual es un fallo garrafal porque, cuando llegas a las 11 de la noche después de todo el día caminando por los preciosos pueblos, ya no te quedan fuerzas para subir 2 pisos de 2 tramos de escaleras cada piso y con escalones altos. En algún momento pondrán el ascensor pero de momento es bastante incómodo. Aquí también vende Vicenzo sus vinos, aceite y pastas que se elaboran en Puglia. Strada Comunale Ramazzano 7, 06134 (PERUGIA).