28. jul., 2020

LOBITO DE MAR (MARBELLA)

Nada más llegar a marbella, directos, sin pasar por ningún lado a dejar equipaje ni nada, nos vinimos a comer aquí. Yo había llamado pero no había reservado porque realmente no sabía si llegábamos, pero sí había confirmado que había mesas disponibles.  Así que pedí una mesa en la terraza (todavía no me meto dentro en ningún restaurante) que es muy pequeñita (sólo tienen 4 mesas) pero es muy agradable porque está un poco ladeada respecto a la carretera y resulta bastante tranquila. El interior es espectacular, muy bonito y con sensación de gran amplitud porque es un local de techos altísimos. A la entrada se encuentra una enorme barra y una zona a la izquierda de mesas y taburetes altos, y hacia la derecha se distribuye el restaurante. Yendo hacia los baños (también chulos) pasas por la bodega, un espectáculo, y por las cocinas, igualmente impresionantes. En mi paso hacia esa zona para hacer fotos me encontré con el mismísimo Dani García que estaba terminando de comer en un reservado que hay y, super simpatico, natural y gracioso Muy resalaó accedió a hacernos una foto, bueno... realmente yo le dije que si le podía hacer una foto, a lo que él contestó que no, que le da mal rollo salir solo, que no quería una foto solo, que me tenía que poner con él; a lo que yo respondí: "Anda! pues no sé cómo lo vamos a hacer, porque yo nunca salgo...!" jajajaja finalmente me dijo él: "Venga ponte, hago un selfie y luego te colocas un emoti encima!!!" y efectivamente así hicimos (lo podéis ver en el video). Las mesas muy bonitas con esa vajilla personalizada🤩 y el servicio muy bueno. Pedimos: Ensaladilla Rusa (3.50€) que estaba buena pero sin grandes cohetes, demasiado deshecha para mi gusto; piparras fritas (10€) que estaban espectaculares pero era imposible comérselas porque absolutamente TODAS picaban a rabiar y tuvimos que devolverlas porque fue imposible probar más de dos (no las cobraron porque además es que no avisaron de que eran tan picantes); Boquerones de málaga fritos al limón (12€) que estaban muy logrados con una fritura diferente y especial, como muy plana y fina; Y como colofón y plato principal pedimos un arroz seco de marisco y pescado (19€/ración=38€) que estaba en su punto y con gran sabor, infinitamente mejor que el de Madrid. De postre la tarta de queso (6.50€) que no podía dejar de probarla y se trata de una tarta un poco diferente al resto porque es como etérea, es decir, con mucho aire tipo mousse, también estaba buena. En resumen: me parece que merece la pena venir, es más barato que el de Madrid y creo que más rico también. Leed el post del de Madrid aquí. Tiene parking propio. Av. Bulevar Príncipe Alfonso de Hohenlohe, 178.

Comentarios recientes

27.06 | 06:28

Me alegro que te haya gustado. Espero que la uses

27.06 | 06:13

Muy buena guía gastronomica!. Gracias.