Asesoramiento de Viajes y Gastronomía
15. dic., 2021
Empiezo diciendo que ME HA ENCANTADO TODO. Llegamos a este local en una zona poquísimo visitada por mí y poquísimo del circuito gastro. Pero... claro!... está a la vuelta de su gran tienda de "Pescaderías Coruñesas" y es un espacio chulísimo. En lo que debió ser una nave han hecho una reforma increíble. La entrada es grandiosa, con una puerta toda acristalada que accede a una recepción y a los 3 espacios claramente diferenciados: Eventos, Comedor y patio/jardín. Al pasar hacia el comedor se ve el lugar para eventos con una gran mesa en el centro; el hecho de que se vea esa sala al pasar no me gustó demasiado (por poner un pero...). Por fin estamos en la sala con mesas de madera, butacas en un lado y banco corrido en el otro en nuestro caso; también hay otras mesas redondas con sillas. La pared de la derecha forrada de madera y la pared de la izquierda es una cristalera de suelo a techo y de lado a lado dando al fabuloso patio. La sala tiene varias mesas de trabajo donde te terminan algunos de los platos y varios carritos de ruedas donde también te acercan cosas que preparan delante de tí. Presidiendo se encuentra la espectacular mesa de quesos. Al fondo una cristalera por la que se aprecian las delicias que elaboran en esos fogones y ese maravilloso horno que tuve oportunidad de ver de cerca, ya que pude entrar en las cocinas. La decoración es sutil, líneas sencillas, elegante, preciosa, predominio de las maderas claras, muy estilo nórdico y gran luminosidad que se cuela a través de esos ventanales. La mesa vestida sencilla, sin mantel, plato de pan, bonitos vasos y cambio de cubiertos continuo con sus correspondientes "herramientas" para mariscos. Y... ¡eso sí! fantástica servilleta de hilo tipo sábana ¡una gozada!. El servicio es maravilloso, al nivel de la sala, liderado por Abel Valverde, Jefe de Sala de "Santceloni" durante más de 20 años; su buen hacer se aprecia en absolutamente todos los detalles (la mesa de quesos de Santceloni era memorable y aquí también está presente por ejemplo). Muchos de los integrantes del gran equipo del que se ha rodeado la familia de Coruñesas, proviene de este mítico restaurante que tristemente cerró sus puertas recientemente. No voy a contaros la historia de la familia de María Juliana Azpíroz y Evaristo García, pero han formado un imperio y han traído a Madrid el mejor puerto de mar de España. A continuación os cuento cómo funciona la mecánica de 1911: no tienen carta, únicamente cuentan con 3 menús de 130€ (3 entrantes+el pescado del día); 140€ (4 entrantes+el pescado); 150€ (5 entrantes+el pescado) todos los menús incluyen un postre ó la tabla de quesos; además hay unos extras que son Caviar y angulas. El sistema de elección está muy bien porque los entrantes no son fijos, los eliges entre 6 que ofrecen. Es un sistema muy francés, en muchos restaurantes de Francia siguen este sistema. Nosotros optamos por el menú de 130€ que resultó delicioso porque pude probar los 6 entrantes pidiendo cada uno diferentes. Antes de esto el aperitivo de la casa fue también delicioso: Un salmón ecológico que cortan delante de tí en finísimas lonchas y unas navajas en salsa de calçots. Esto lo traen a la vez que un riquísimo aceite virgen extra de Baeza con palitos de pan y el pan de la comida que son 4 hogazas de diferente tipo de "130 grados". El menú tiene la genialidad de que viene escrito a mano, porque lo cambian cada día dependiendo del producto que les entra, en una carpetita con una introducción contando la historia de la familia y su imperio (Con este ya sólo me queda conocer el nuevo Lhardy). Resulta complicado y muy innovador el tener un restaurante en el que sólo se sirve pescado pero, por otro lado, no podía ser de otra manera siendo quienes son y teniendo este productazo; no se echa de menos en absoluto ninguna otra cosa. Voy a contaros el menú que me tocó a mi este 15 de diciembre: Lenguado en dos texturas, dos lenguaditos maravillosos, uno meunière y otro en tempura, imposible elegir cual me gustó más ¡TREMENDOS!; Almejas de carril, las he comido en Carril y son de verdad extraordinarias con un gramaje casi casi de ostra; Cigala de Portugal a la brasa, ¡menudo bicho inmenso!, me contó Abel que, aún siendo el mismo Atlántico que el nuestro, en aguas portuguesas, las cigalas tienen este gramaje tipo langosta y un sabor especial; Sepionet a la brasa con guisantes del Maresme y trufa, para mi este fue el plato menos llamativo pero porque el sepionet -a mí- siempre me parece que queda como semi crudo y no es lo que más me gusta, pero los guisantes (único guiño a la verdura) como pequeñas esmeraldas, tan valorados, son deliciosos y el sepionet fresquísimo; Txangurro de centollo gallego con una espuma de holandesa gratinada por encima, es un plato muy original, ocurrente manera de comer el txangurro que estaba delicioso; Caldereta de langosta gallega, plato estratosférico, de 10, esa langosta sabrosísima y el caldo igual. Para terminar nos trajeron el pescado del día que, como originalidad, contaros que está en la sala colgado dentro de una vitrina como el personaje del día que es. Hoy tocaba Lubina de Ribeira en horno de leña que, siendo el plato principal, y siendo fabuloso igualmente, quizás porque es un pescado más normal, me pareció no tan espectacular como el resto del menú, pero estaba DELICIOSO y fresquísimo como todo lo demás, con una salsa deliciosa cubriendo y acompañado de unos cuenquitos con coles, alcachofas, rabanitos y coliflor (pequeña muestra de verduras). Lo que más llama la atención es toda la preparación del pescado en una de sus mesas de trabajo (tenéis que ver el video). En esta mesa están los aparatos con los que le sacan los jugos al pescado (de la cabeza, kokotxas, espinas...) y ahí mismo elaboran la salsa mezclando (en esos cazos preciosos de cobre) este fondo con sidra, vinagre, etc. Estos aparatos los han diseñado ellos y, en colaboración con artesanos, torneros, y carpinteros han cobrado vida y les dan una utilidad que es una maravilla verlos en acción. De postre probamos la increíble Mesa de quesos de la que te escoge Abel (o escoges tú) 10 variedades, ¡enorme ración de queso!; Milhojas de manzana, no es el clálsico milhojas, porque las hojas no son de hojaldre sino de la propia manzana ¡muy rico!; Pan con chocolate es una pieza de brioche acompañada de diferentes texturas de chocolate buenísimo postre y buenisimo el chocolate que vierten por encima. Para terminar traen unas gourmandise a base de bizcochitos de chocolate y unos cucuruchos rellenos también de chocolate, ¡ojo con lo ricos que son los cucuruchos!. Finalmente salimos al patio, precioso, agradable, luminoso, un gran final para tomar el café o la copa. Tiene el techo al descubierto, sólo con un toldo que cubre la mitad pero que no aguantaría un chaparrón. Tiene estufas y un mobiliario muy confortable. Resumen: Gran sitio que viene a reemplazar a alguno de los grandes de siempre que desgraciadamente han ido cerrando poco a poco por diversos motivos (príncipe de Viana, Jockey, Club 31, Santceloni, Zalacaín, ...). Muy completo en todo lo que para mí es importante en un restaurante. Gran categoría y candidato a ser estrellado en algún momento; de momento sólo llevan un mes funcionando, pero nadie lo diría. Magnifico sitio para una celebración al que volveré seguro. Gran comodidad el aparcacoches, especie en peligro de extinción en todos sitios ya. Vivero, 3.
9.5/10 €€€€/€€€€ https://desde1911.es -IG- VIDEO
Comentarios recientes
27.06 | 06:28
Me alegro que te haya gustado. Espero que la uses
27.06 | 06:13
Muy buena guía gastronomica!. Gracias.