Comida en este local lleno hasta la bandera, tanto es así que no pude hacer fotos porque salía demasiada gente. El local es mono, con plantas colgantes aunque son de plástico claro! y bonitos apliques en la pared. El servicio fue estupendo y la mesa muy cuidada con plantita decorativa, plato de pan, la vajilla con un pimiento verde marcado y servilleta y mantel de tela. Me pareció que todo estaba muy cuidado, quizas más que la comida. La carta es de cocina mediterránea de mercado. De aperitivo nos traen un caldo muy bueno y agradecido con estas temperaturas y un queso semicurado muy apetecible. Para comer pedimos unos entrantes a compartir: Alcachofas (4€/un.) que estaban magníficamente elaboradas pero no tenían mucho sabor, estaban regular comparado a cómo las recordaba yo. ¿Sabéis que fueron los primeros de Madrid en hacer las alcachofas en flor hace por lo menos 20 años? después todos copiaron. También pedimos unas Rabas (11,70€ 1/2 ración), cuyo aspecto no es muy bueno, pero estaban mejor de lo que aparentan, riquísima la mayonesa chipotle. Como platos principales: Chipirones rellenos con arroz (22€) que no valían nada; es un plato difícil y desde luego este no estaba nada logrado; a mí me gusta notar las patitas dentro del chipirón y esto era una pasta triturada y la salsa de tinta nada rica tampoco, el arroz tampoco estaba nada apetecible. Solomillo de vaca (28€) era un mazacote con corte feo pero estaba mejor que su aspecto, bien de punto y muy tierno. No pedimos postre. Cuentan con otros 4 locales más que no conozco; yo solía ir al de Príncipe de Vergara hace muchos años pero ese ya cerró. Éramos dos y pagamos 44€ por barba. Castelló 18.